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miércoles, 10 de agosto de 2011

Te conseguí la luz del sol a medianoche
y el numero después del infinito
e instale la osa mayor en tu diadema
y tu seguías ahí como si nada

Endulcé el agua de mar para tu sed
te alquilé el cuarto menguante de la luna
y como buen perdedor busqué en la cama
las cosas que el amor no resolvía

Y como duele que estés tan lejos
durmiendo aquí en la misma cama
como duele tanta distancia
aunque te escucho respirar
estas a cientos de kilómetros

Y duele quererte tanto
fingir que todo esta perfecto
mientras duele gastar la vida
tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió

Acabe con los jardines por tus flores
inventé la alquimia contra la utopía
y he llegado a confundir con la ternura
la lástima con que a veces me miras

Que triste es asumir el sufrimiento
patético es creer que una mentira
convoque a los duendes del milagro
que te hagan despertar enamorada

Y como duele que estés tan lejos
durmiendo aquí en la misma cama
como duele tanta distancia
aunque te escucho respirar
estás a cientos de kilómetros

Y duele quererte tanto
fingir que todo esta perfecto
mientras duele gastar la vida
tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió

Porque nos duele, tanta distancia
fingir que todo está perfecto mientras sientes
que te duele gastar la vida
durmiendo aquí en la misma cama
Como duele...
De vuelta a la rutina
Nos vestimos sin hablarnos
La prisa puede más que la pasión
Me pesa cada día
Los recuerdos y los ratos
Como dardos clavan este corazón
Y la melancolía
Me ataca por la espalda sin piedad
Y de pronto me pongo a pensar


Que si nos quedara poco tiempo
Si mañana acaban nuestros días
Y si no te he dicho suficiente
Que te adoro con la vida
Que si nos quedara poco tiempo
Y si no pudiera hacerte más el amor
Si no llego a jurarte
que nadie puede amarte más que yo

La tarde muere lento
Y las horas me consumen
Estoy ansioso por volverte a ver
No puedo comprenderlo
Como fue que la costumbre
Cambio nuestra manera de querer
Y la melancolía
Me ataca por la espalda sin piedad
Y de pronto me pongo a pensar

Que si nos quedara poco tiempo
Si mañana acaban nuestros días
Y si no te he dicho suficiente
Que te adoro con la vida
Que si nos quedara poco tiempo
Y si no pudiera hacerte más el amor
Si no llego a jurarte
que nadie puede amarte más que yo

Nadie sabe en realidad que es lo que tiene
Hasta que enfrenta el miedo de perderlo para siempre

Que si nos quedara poco tiempo
Si mañana acaban nuestros días
Y si no te he dicho suficiente
Que te adoro con la vida
Que si nos quedara poco tiempo
Y si no pudiera hacerte más el amor
Si no llego a jurarte
que nadie puede amarte más que yo

Me gustaría saber que hacer en este momento
me gustaría ser mas fuerte y poder vivir mi vida con la intensidad de siempre
quiero seguir adelante y volver a sonreír, pero es tan difícil, es tan difícil afrontar todo esto.
Se que es el camino que yo mismo he elegido, y es la senda llena de espinas por la que decidí caminar, no se cuanto tiempo soportare, a veces creo que me derrumbare cada día duele mi corazón y a cada momento siento que me moriré ¿por que si eramos felices? en que momento nos convertimos en lo que somos ahora, lamentablemente para mi yo sigo amando intensamente, pero tampoco se si este amor sobrevivirá, cada día que pasa es una tortura, pero se que estar sin ella seria peor, ¿en que momento me enamore tanto? ¿cuando fue que este sentimiento se instalo en mi corazón?

No se que pasará en un mes o dos, quizá ya no estemos juntos, quizá ella no pueda mas, quizá todo se haya solucionado y vivamos plenamente, pero yo pienso seguir adelante luchando por esto, así podre decir que hice lo que pude, y no me quedare pensando en que pude hacer mas.

Cuando todo empezó tenia tanto miedo, miedo de que esto sucediera, mi corazón se resistía a entregarse a amarla pero al final sucumbió a sus encantos solo para ser partido en pedazos nuevamente, torpe corazón mio que amas con locura y lo das todo siendo herido cada vez, torpe corazón mio que dejas tus pedazos repartidos por mi habitación y mi alma destruida, quisiera sacarte a veces, así como lo hizo Davy Jones, y enterrarte en lo profundo de la tierra, donde ni yo mismo pueda volverte a encontrar.

Ahora no se si saldremos de esta, yo hago mi esfuerzo y a pesar de lo doloroso y difícil que es sigo adelante, por que nadie me entiende como tu, por que he sido feliz a tu lado y por que eres la única con la que comparto TODAS mis aficiones, si logramos salir de esta nada nos va a separar, ni la noche mas oscura, ni la lengua mas venenosa, ni la peor de las hecatombes, pero tu lado pende de un hilo, y aunque mi amor aun sea fuerte, no depende de mi y es un poco insoportable el no poder hacer nada pero es mi realidad y es lo que ahora sucede en mi vida, no imagino mi vida sin ti, me es insoportable la idea de despertar una mañana y saber que ya no estarás mas ahí, que nunca mas te veré y que nunca mas podre tocar tus labios.

Todo esto es tan difícil, espero poder soportarlo y seguir caminando a tu lado, resiste un poco mas, que yo seguiré resistiendo también.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Siempre has sido la mejor, nunca lo olvides.

Eres hermosa, inteligente y fuerte, llena de sueños y de convicciones.

Sencillamente

"you are the best thing that has ever happened to me."

jueves, 28 de julio de 2011

Un estudiante de artes marciales se acercó a su profesor con una pregunta. Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales. Además de aprender de usted, quisiera estudiar con otro profesor, para aprender otro estilo. ¿Qué piensa usted de esta idea?.

El cazador que persigue dos conejos, contestó al profesor, no atrapa ninguno.
Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después- y haciendo una pausa agregó: Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-
encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien- asintió el maestro.

Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-¡¿58 monedas?!-exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé si la venta es urgente

El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.